¿Qué es lo primero que se le viene a la mente cuando piensa en una cadena de suministro? Para un amante del tema -como yo- esta resulta ser una pregunta difícil de evitar, más aun cuando se tiene la oportunidad de intercambiar ideas y opiniones con clientes y proveedores. Esto con la finalidad de entender las diferencias entre los pensamientos de los dos extremos de la cadena, para así tener claridad racional detrás del concepto.
Si la pregunta les resulta atrevida, y creo que lo es, las respuestas les serán más atrevidas aún, respuestas que me llevan a pensar que la distancia de pensamiento de los proveedores de proveedores es cada vez mayor a la de los clientes de clientes.
Esta es una realidad a la que no le podemos dar la espalda, y menos en tiempos donde las distancias se acortan, en donde la dinámica de los negocios exige mayor velocidad y flexibilidad, y en donde el acceso al conocimiento integral permite tener clientes cada vez más informados y volátiles.
Me gusta mucho hacer esta misma pregunta en entornos académicos, en foros, en aulas y en comités funcionales; y las respuestas siempre son alentadoras. En principio, porque considero correcto empezar por ahí: partimos por reconocer la brecha y entender el origen de la misma, pues esa es la única forma de presionar sobre los puntos sensibles de mejora.
En primer lugar, quisiera empezar con mi perspectiva de cadena de suministro como esencia de la función dentro de la empresa. Desde mi punto de vista, su finalidad es la de cumplir sostenidamente la promesa al cliente maximizando la rentabilidad de la compañía, y este rol implica dos frentes de acción muy claros:
El servicio: nuestra capacidad de entregarle -permanentemente- al cliente lo que nos comprometimos a dar en tiempo y forma. Esto implica conocerlo y, para ello, hay que entenderlo y anticiparlo. El cliente te lo agradecerá siempre.
La rentabilidad: se compone de la diferencia entre los ingresos y los costos. Históricamente hemos ejecutado el rol logístico de reducir costos organizando y desorganizando procesos, para seguir identificando oportunidades de reducir costos e incrementar el margen.
Hoy más que nunca el servicio y la rentabilidad están cada vez más cerca, y la idea de que la cadena de suministro recae solo sobre la posibilidad de reducir costos es cada vez más inexacta. Hoy los gestores de cadena de suministro tienen y deben tener un rol activo sobre la posibilidad de no solo minimizar los costos, sino también, de maximizar los ingresos y encontrar la mejor combinación. El driver hoy se llama margen de contribución o rentabilidad en el sentido más simple de la palabra.
Para este fin, propongo los siguientes tres pasos:
Hoy los profesionales de cadena de suministro no deben quedarse en lo exclusivamente funcional y técnico. Hoy tenemos el reto de entender el negocio y ser parte de una generación abundante y exitosa.
¿Qué otras propuestas incluiría para aumentar la rentabilidad del negocio a partir de la cadena de suministro?
Gerente Global de Planeación de Cadena de Suministro en AJEGROUP. Se ha desempeñado en las áreas de Operaciones, Supply Chain y Logística en empresas industriales de consumo masivo. Magister en Supply Chain Management por ESAN y Universidad Ramón Llul – La Salle de Barcelona. Ha seguido cursos de Management en Harvard Business School y Operaciones Logísticas de SSS en la Escola Europea de Short Sea Shipping.
Cuando se detecta que el nivel de calidad del servicio es influenciable a través de un plan táctico de la cadena de suministro, es clave reconocer y entender las variables que influyen en su desempeño, a fin de cerrar la brecha.
Cuando se detecta que el nivel de calidad del servicio es influenciable a través de un plan táctico de la cadena de suministro, es clave reconocer y entender las variables que influyen en su desempeño, a fin de cerrar la brecha.
Tener la sensación de querer volver al pasado, regresar a ese momento en donde tomaste la decisión de ir hacia donde tu intuición y tus ganas te llevaron, volver nuevamente a ese preciso momento donde decidiste ir a la derecha, por un solo motivo: elegir la izquierda.