/ 
Gestión de riesgos, un proceso de aprendizaje continuo
Gestión de riesgos, un proceso de aprendizaje continuo
Compartir en:
Las técnicas de identificación de riesgos, análisis cualitativo y cuantitativo, desarrollo de un plan de respuesta de riesgos, análisis FODA, estrategias (evitar, mitigar, transferir, explotar, compartir, mejorar, aceptar), sistema de control y seguimiento, etc., son herramientas que nos permitirán tomar mejores decisiones y estar preparados ante cualquier cambio del entorno o al interior de nuestra organización.
Los conceptos que se tratan en el análisis de la gestión de riesgos y el curso del mismo nombre se pueden aplicar en el trabajo y en la vida diaria, en los proyectos personales, en los emprendimientos de negocios, en el trato con personas, con proveedores, con competidores, y en general en diversas circunstancias y escenarios.
Es necesario analizar el ciclo de vida del negocio y sus diferentes etapas, desde el diseño del proyecto, la identificación de los incentivos y objetivos de los diferentes involucrados (financistas, operadores, constructores, stakeholders, clientes, usuarios, entidades gubernamentales), estudios de factibilidad, diseño de acuerdos contractuales, procesos eficientes de promoción y licitación, selección de colaboradores, proveedores y potenciales socios, gestiones de permisos, licencias, garantías, financiamiento, etc. Estos constituyen el punto de partida para las etapas de construcción, rehabilitación, puesta en marcha y operación de un proyecto.
Los conceptos operativos, comerciales, financieros, de gestión empresarial, determinación de precios y costos, lecciones aprendidas, gestión del conocimiento, nuevas inversiones, aspectos tecnológicos, son tratados y enriquecidos con la experiencia de los expositores y participantes en estos temas.
Nótese que se trata de un aprendizaje constante, donde cada proyecto y cada uno de los involucrados cuentan con un know how que nos enriquece, nos enseña y que debemos tomar en cuenta para futuros proyectos personales y profesionales.
¿Cómo se gestionan los riesgos en su empresa? ¿Se cumple con los plazos, con los presupuestos? ¿Se presentan gastos no previstos, eventos no considerados durante la planificación?
Profesor de la Maestría en Finanzas de ESAN
Gerente general, Presidente de Directorio, accionista y Director de Transportes Enrique Cárcamo (1991-2009). Magíster en Administración – ESAN (primer puesto TC 1999). Ingeniero Civil PUCP (1992). Diploma en Gestión y Dirección de empresas PUCP. Consultor, asesor y director de empresas familiares y de emprendedores (2000-2023). Certificación Auditor Líder ISO 9000- Aseguramiento de la Calidad. Consultor y gestor de proyectos de consultoría Universidad ESAN. Profesor de postgrado de ESAN (2005- 2023). Curso de especialización sobre Financiamiento de Proyectos - Banco Mundial (Washington D.C) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Publicación de libros en editorial ESAN y artículos en diferentes revistas y medios. Asesor de tesis de postgrado. Conferencista Universidad EAFIT-Colombia.
- Docente en Diploma de Financiamiento y Estructuración de Proyectos y Concesiones
- Docente en Diploma en Gestión de Contratos de Ingeniería y Construcción
- Docente en Evaluación de proyectos - Financial Reporting
- Docente en Financiamiento de proyectos sin garantías de activos Project finance
- Docente en Fusiones, adquisiciones y valorización de empresas
Otros artículos del autor
¿Somos mendigos sentados en un banco de oro?
Determinar el valor de una empresa nos permite acceder a mayores fuentes de financiamiento e identificar negocios y oportunidades de inversión rentables. Nos ayudará a tomar mejores decisiones, a pensar estratégicamente, a ser más eficientes y productivos.
La importancia de la gestión financiera aplicada a la minería
Un proyecto minero puede ser una mala inversión o una actividad rentable y sostenible en función a las decisiones financieras que se tomen para su desarrollo, financiamiento y control.
¿Cómo aseguran los postmillennials el éxito de sus emprendimientos?
La creatividad y su capacidad para usar nuevas tecnologías no son suficientes para asegurar el éxito de sus emprendimientos. La generación Z debe adquirir experiencia laboral, capacitarse y desarrollar habilidades que les permitan lograr el éxito en sus proyectos de negocio.