El desempeño es, por lo general, un proceso multicausado en el que operan e influyen variables de distinta naturaleza, contenido y peso relativo:
a) La disponibilidad y características de los tangibles con los que debes trabajar: recursos materiales, herramientas, tecnología, infraestructura física y, en general, los medios de trabajo.
b) Los intangibles -visibles o subyacentes- que apoyan y elevan o limitan la probabilidad de desplegar con éxito tus recursos y capacidades. La calidad de la dirección que recibes, las competencias, valores y estilo de trabajo de los miembros del equipo que te rodea, así como el ambiente productivo, las creencias, valores y modos esperados de ser y trabajar que tienen como fuente la cultura de la organización.
Las consecuencias esperadas y asociadas con el hacer un "buen o mal trabajo" o los límites del puesto -declarados o implícitos- que influyen en el grado de libertad, capacidad para aplicar iniciativa o realizar mejoras, y los límites que pueden ser reales o percibidos. También se encuentran los procedimientos y estándares técnicos que establecen el modo como debes "hacer las cosas". Existen otros factores que, a veces, son circunstanciales pero que se convierten en una condición permanente: carga de trabajo, exigencias de resultados contra el tiempo, o cambios constantes en las prioridades.
c) Las fuerzas externas a la organización que, en algunos casos, son de carácter general y en otros de naturaleza singular o sectorial; que impactan la competitividad de un negocio y el grado de complejidad de los roles de directivos y ejecutores. Este tercer círculo aplica y tiene una relación directa con la naturaleza y jerarquía del puesto desempeñado. Cada actuación será juzgada de acuerdo al grado de efectividad de las respuestas a las variables exógenas, que pueden incluir cambios en las condiciones y reglas con las que se debe competir.
El desempeño es, por lo general, el resultado de la interacción entre estas fuerzas. Es el producto de cómo encajan y se complementan. Muchas veces significará ajustar los patrones naturales que emergen de nuestro equipamiento para adquirir nuevas capacidades que apoyen el ajuste. En otras implicará actuar para amoldarse e influir a las condiciones y variables del entorno, en particular, de aquellas que permitan la capacidad de maniobra.
Cuando se evalúan oportunidades de movimientos de carrera -hacia fuera o dentro de la organización- es usual que solo se considere una parte de la ecuación: lo que yo creo que puedo hacer y lograr en el puesto y la satisfacción con la oferta monetaria o el status que adquiriré. Se pone menor énfasis en comprender las fuerzas que afectarán el desempeño. Y, en algunos casos, esta omisión puede originar arrepentimientos tardíos. Este análisis puede permitirnos vislumbrar crecimiento y progreso cuando las variables tienen una valencia favorable que me permita ir más allá de mis expectativas.
La oferta monetaria y los beneficios materiales adquieren un peso relativo al indagar y recopilar evidencias y testimonios. Así llego a la convicción y desarrollo una esperanza razonable de que tendré un líder que acorte mi ciclo de ajuste, me apoye, impulse y desarrolle. Además, trabajaré con gente competente de la que aprenderé y me obligará a estirar y acelerar mi aprendizaje. Lo haré en un ambiente que motivará y proveerá las condiciones esenciales para hacer, lograr y progresar. En fin, aumentaré la libertad de elegir mi futuro, pues he acumulado activos internos y el valor potencial que otras organizaciones pueden necesitar.
Mantenerse vigilante para comprender la composición, impacto y tendencias de estas variables externas es una parte sustantiva de la gestión de la carrera. Si ahora tienes dudas sobre el estado de tu carrera o estás frente a una oportunidad que demanda una decisión, sería bueno que repases estas fuerzas para que tu elección esté sostenida en bases más sólidas.
La carrera es uno de los emprendimientos más importantes de nuestra vida y gestionarla es un proceso complejo que significa manejar múltiples factores y variables de diverso origen y naturaleza. Este primer artículo forma parte de una serie que escribiré en los que resumo conceptos, modelos, resultados de investigaciones, y lecciones derivadas de mi experiencia diseñando e implantando sistemas para gestionar carreras, así como reflexiones y consejos que pueden ser de ayuda y utilidad para algunos de ustedes.