
Horacio Meléndez, profesor del curso Análisis Estratégico durante la XXIII Semana Internacional de ESAN, señaló además que los gobiernos sólo cuentan con un pensamiento táctico, el cual no ayuda a ir por la senda del desarrollo.
¿Cómo ve la capacidad de pensar estratégicamente por parte de los empresarios latinoamericanos?
En general, la capacidad de hacer análisis estratégico está muy vinculada al mal llamado planeamiento estratégico. Se abandonó un poco la otra parte, que es el pensamiento estratégico. Por ello, los empresarios o conductores de empresas deberían preocuparse más por pensar estratégicamente.
Esto implica generar opciones. Porque la libertad de alguien está expresada en la cantidad de opciones que tiene. Cuando solo se tiene una opción se hace esclavo de ella. El resultado del pensamiento estratégico es generar opciones. Creo que esta parte está abandonada porque los directivos de las empresas están más inmersos en resolver los problemas del día a día. Esto último toma tiempo y queda poco espacio para la reflexión. Ese es un gran problema.
Hay que pensar más estratégicamente, pensar más en términos de futuro, de entorno, de tendencias. Todo pasa muy rápido y hay que tener rápidas respuestas antes que se formulen las preguntas.
Hablando de entorno y de opciones, ¿qué nos dice del posible efecto dominó a partir de la crisis griega y europea?
Lo que pasa es que la gran conexión que existe hoy en el mundo global hace que la crisis en cualquier lugar tenga un reflejo en otro. La gran función del pensamiento estratégico es detectar oportunidades y prevenir amenazas. Por supuesto que en momentos de crisis las amenazas están latentes para todas las empresas. También hay una función de los gobiernos de cada país de jugar con reglas claras para enfrentar las grandes crisis y que las empresas no se vean afectadas por malas instituciones locales.
Pensar estratégicamente también es responsabilidad de los gobernantes, y no sólo de los empresarios.
Por supuesto.
¿Los gobiernos latinoamericanos piensan estratégicamente?
No. Predomina un pensamiento táctico. Brasil y Chile son los países que han pensado estratégicamente. Brasil es un país estratégico en su manera de pensar. Nuestros países siempre fueron más tácticos. Brasil está creciendo y viene creciendo desde hace mucho porque siempre pensó estratégicamente. Por ejemplo, Brasil viene buscando petróleo off shore en el mar desde hace años, sin importar el gobierno de turno. Para ellos la energía siempre fue un desafío porque no tenían.
¿Diría usted que el empresariado latinoamericano sí ha pensado estratégicamente?
Sí, pero no es suficiente. Si las empresas de un país piensan estratégicamente, a lo mucho podremos aspirar a crecer. El nivel de gobierno de un país debe ser manejado con pensamiento estratégico no para crecer sino para avanzar hacia el desarrollo. Esto nos hace falta, y no basta con tener una visión de país de aquí a 20 o 50 años, sino que se debe contar con las herramientas para hacerlo, pasando del qué queremos hacer a cómo lo vamos a hacer.
Teniendo en cuenta lo dicho por el profesor Meléndez, sobre la importancia de pensar estratégicamente. ¿Cómo viene pensando su empresa? Cuéntenos su experiencia al respecto.

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