En los últimos 15 años, las políticas de gobierno han planteado de manera reiterada la participación del sector privado en el desarrollo social del país, incluido el sector salud, cuya situación aún es crítica. Casi el 100 % de los 9000 puestos, centros de salud y hospitales públicos presentan una inadecuada capacidad instalada y principalmente han sido manejados bajo gestión pública. Urge la mejora de su gestión, siendo una alternativa la mayor participación del sector privado, vía las asociaciones público-privadas (APP).
Al 2019, la brecha de infraestructura en servicios públicos de salud en el Perú a largo plazo superaba los S/58 000 millones, que equivale a casi 15 veces el presupuesto ejecutado en el 2023 para inversiones en salud en todo el país. Es decir, el Estado se demoraría 15 años, como mínimo, para cerrar tal brecha.
Por ello, es necesario articular con otros actores, como el sector privado, para obtener mayor financiamiento y cerrar la brecha de forma eficiente y acelerada, además de garantizar la sostenibilidad de los servicios públicos de salud a largo plazo. En esa línea, una APP es un contrato de largo plazo (10 a 60 años) para el financiamiento, la implementación, la operación y la gestión de servicios públicos de salud de forma eficiente y efectiva, alineando los intereses del Estado con los de un operador privado responsable, para mejorar la atención de salud de los ciudadanos. Es como un matrimonio que alinea los intereses de las dos partes y busca beneficios para ambas.
Existen partes ideologizadas e interesadas en desinformar a la población, así como al personal y las autoridades del sector salud, aprovechando su desconocimiento y otros factores, e impedir que se beneficien de esta alternativa. Es falso afirmar que una APP constituye la privatización de los servicios públicos de salud.
Una APP no genera ninguna transferencia de la propiedad pública hacia una empresa privada, solo es una modalidad gerencial, compartida entre el Estado y un único operador privado, para gestionar, brindar y dar sostenibilidad a servicios de salud seleccionados por el mismo Estado. Ello se evidencia desde hace diez años en las únicas cuatro APP en salud en funcionamiento en el país: tres en Essalud y una en el Ministerio de Salud (Minsa).
Otra información errónea es que, bajo la modalidad de APP, los ciudadanos asegurados al Seguro Integral de Salud (SIS) o a Essalud (seguro social) pagarán por los servicios de salud. Lo cierto es que los ciudadanos asegurados continuarán recibiendo su atención de salud por la cobertura de su seguro público, sin ningún pago de su bolsillo, pero con la calidad correspondiente, incluso certificada internacionalmente.
Ello lo pueden confirmar, desde el año 2014, los miles de niños atendidos en el Instituto Nacional de Salud del Niño de San Borja, así como los 500 000 asegurados a Essalud atendidos en los dos hospitales y los dos policlínicos de Essalud en Villa María del Triunfo y el Callao, que son 3 de los 4 proyectos APP en operación en Perú.
Otra desinformación señala que los trabajadores de los servicios a ser concesionados perderán sus trabajos o no recibirán los beneficios laborales establecidos. Lo cierto es que, este tipo de contrato puede incluir cláusulas para mantener a los trabajadores por su conocimiento y experiencia. Por otro lado, un contrato APP exige al operador privado que cumpla con los beneficios laborales correspondientes, so pena de aplicársele una penalidad significativa. Una situación diferente a lo que ocurre en parte de los servicios públicos de salud, donde el personal contratado desarrolla labores como si tuviera condición de dependencia, pero sin ningún beneficio laboral.
La promoción de la inversión privada es una política de Estado y el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) es el ente rector nacional sobre la materia. Asimismo, la titularidad de la implementación de un proyecto de APP corresponde al Ministerio, Gobierno regional, Gobierno local o entidad habilitada, por lo cual, es indispensable el compromiso y liderazgo de sus más altas autoridades. En apoyo a ellas, para el desarrollo de los proyectos de APP, la Agencia de Promoción de la Inversión Privada (Proinversión), adscrita al MEF, les brinda la asistencia técnica correspondiente.
En el caso de salud, el Ministerio de Salud (Minsa), como ente rector en salud, debe constituirse en el principal impulsor de esta modalidad para mejorar los servicios públicos de salud en todo el país.
La Alta Dirección del Minsa, así como de otras entidades del sector salud, deben comprender las características y beneficios de una APP en salud y perder el temor ante la desinformación interesada e ideologizada que impide a la población disponer de mayores oportunidades, es decir, de más APP en salud, para beneficiarse y recibir mejores servicios públicos de salud con la calidad que corresponde.
Hasta la fecha, los cuatro proyectos APP en salud en funcionamiento en el país (dos hospitales de Essalud, un almacén de medicamentos e insumos de Essalud y un Instituto Nacional del Minsa) representan una fracción mínima (0.05 %) del total de 9000 establecimientos públicos de salud del país, que aún, en su mayoría, son gestionados de manera exclusiva por el Estado. Sin embargo, estos cuatro proyectos funcionan de forma exitosa comparativamente con sus pares bajo gestión pública. ¿Qué acciones consideras necesarias para impulsar las APP en el sector salud? Déjanos tu opinión.
Antecedentes previamente publicados sobre APP en salud
A la fecha, solo existen cuatro proyectos bajo modalidad de APP en el sector salud y funcionan de forma exitosa, en comparación con sus pares bajo gestión pública.
MBA por ESAN con mención en Finanzas y médico-cirujano de la Universidad Peruana Cayetano Heredia. Con 32 años de experiencia profesional en salud, a niveles público y privado, incluyendo la gestión integral de proyectos de salud y desarrollo social; 22 de ellos en el diseño, implementación, gestión y evaluación de innovaciones con Salud Digital en Perú, Panamá, Colombia, Paraguay y Ecuador, incluyendo la docencia en gestión de salud digital. Participó activamente en la implementación y expansión nacional e internacional de ALERTA, la primera Red de Salud Digital para Vigilancia de Enfermedades de alcance nacional y de mayor vigencia.
Docente de posgrado en salud desde el 2001. Actualmente es docente en gestión de salud digital en la Universidad ESAN y la Universidad Peruana Cayetano Heredia.
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